CATEQUESIS DINÁMICA: Catequesis DOMINGO 14 DEL AÑO

DOMINGO 14 DEL AÑO (B)

"SIN FE, DIOS NO OBRA EN TU VIDA"

Ezequiel 2, 2-5; 2 Corintios 12, 7-10;
Marcos 6, 1-6

Introducción:

Como vimos la semana pasada, las reacciones ante la manifestación de Jesús, puede ser de mucha fe o de la falta de ella. Hoy veremos, al contrario de la fe de la mujer con flujos de sangre y Jairo, los parientes y conocidos de Jesús que no demuestran fe. Ya hemos dicho que la fe es un elemento fundamental para que Jesús pueda obrar en nuestra vida y en la vida de la comunidad. Por esto Marcos va a decir que Jesús allí no pudo realizar muchos milagros.

La fe es un acto de adhesión a la Palabra y a la Persona de Jesús y por él, a Dios Padre y al Espíritu Santo.

Aunque mucha gente, principalmente nuestros hermanos separados (evangélicos) digan que sólo la fe salva y que, por eso, se la confunde con un acto de decidir en la vida, la fe es apenas un elemento que nos ayuda a realizar lo que Dios nos pide, mejor dicho, la fe sin las obras es muerta y la salvación no es un solo decidir. La salvación pertenece a Dios y por eso es un don, un regalo que Dios nos hace. No depende únicamente de un querer nuestro, pero también sin ese querer Dios no nos obliga a ser salvados.

En este sentido, el Catecismo de los Jóvenes (YouCat), en el número 279, nos dice lo siguiente:

"Si sólo dependiéramos de nuestras fuerzas, no avanzaríamos mucho en nuestros intentos de ser buenos. Por la fe descubrimos que somos hijos de Dios y que hemos sido fortalecidos por él. Cuando Dios nos da su fuerza, hablamos de "gracia". Especialmente en los signos sagrados que conocemos como sacramentos, Dios nos otorga la capacidad de hacer realmente el bien que queremos hacer". (Cf. CIC 1691-1695)

En el libro de los Hebreos (11,1) encontraremos una definición de la fe: "La fe es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve". Lo que esperamos es vivir con Dios y en él y llegaremos a la morada eterna por la fe que tengamos en él, pero la fe que tengamos en él nos llevará a pensar siempre en nuestros hermanos. Es también la prueba de lo que no se ve y en este sentido decimos que tenemos una esperanza-certeza, es decir, no sólo esperamos en Dios sino que tenemos la certeza de su fidelidad y de su amor misericordioso, de su cercanía; un amor que no nos abandona, que no nos defrauda, que no nos deja en ningún momento. Una certeza que no nos permite dudar, al contrario de Tomás que creyó porque vio al Señor; una certeza que ayuda a Pablo a decir: "Yo sé en quién tengo puesta mi confianza".

Escuchemos una historia que nos ayudará a pensar un poco más:

Una vez un hombre estaba siendo perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre, corriendo, invirtió en un atajo que salía del camino y entró en una cueva. Sentía miedo y en la desesperación elevó una plegaria a Dios de la siguiente manera:

- Dios Todo Poderoso haz con que dos ángeles vengan del cielo y tapen la entrada de la cueva para que los delincuentes no me maten.

En ese momento escuchó que los hombres se aproximaban a la caverna donde él se escondía y vio que en la entrada de la trilla apareció una minúscula araña. La araña comenzó a tejer una tela en la entrada.

El hombre se puso a hacer otra oración cada vez más angustiado:

- Señor, yo te pedí ángeles, no una araña. Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada de esta trilla, para que los hombres no puedan entrar y matarme.

Abrió los ojos esperando ver un muro tapando la entrada y vio sólo la araña tejiendo la tela. Estaban los malhechores entrando en la cueva, en la cual él se encontraba esperando sólo la muerte, cuando pasaron frente a ella el hombre escuchó:

- ¡Vamos, entremos aquí!

- No, no perdamos tiempo. ¿No estás viendo que tiene hasta telaraña? Nada entró por aquí. Continuemos buscando en las próximas cuevas.

En este momento el hombre que había hecho la oración a Dios se dio cuenta de su falta de confianza en Él.

Hay un error cometido por el hombre perseguido, ¿tal error está en la oración o en la escucha? ¿Por qué? ¿Estamos atentos a las respuestas que Dios nos da?

YO PEDI

Yo Pedí fuerza...
y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.
Yo pedí Sabiduría...
y Dios me dio problemas para solucionar.
Yo pedí Prosperidad...
y Dios me dio cerebro y fuerza para trabajar.
Yo pedí Coraje...
y Dios me dio peligros para vencer.
Yo pedí Amor...
y Dios me dio personas quebrantadas a quien ayudar.
Yo pedí Favores...
y Dios me dio oportunidades.

Todos Sus dones sobrepasaron mis expectativas y

me trajeron la felicidad que no es de este mundo.

De la Biblia:"Porque no son mis pensamientos tus pensamientos,

ni tus caminos son mis caminos - oráculo de Yahveh" Isaías 55,8