Antes de leer el cuento, les pido pensar un poco a partir de tres puntos: ¿Qué soy y qué somos? ¿Qué tipo de Iglesia soy y qué tipo de Iglesia somos? ¿Quién es Jesús y qué tipo de Jesús queremos?
Bueno, después de pensar un poco sobre nosotros mismos, partamos a leer el cuento.
Eran un anciano y un niño que viajaban con un burro de
pueblo en pueblo.
Llegaron a una aldea caminando junto al asno y, al pasar por ella, un grupo de mozalbetes se río de ellos, gritando:
-¡Mira qué par de tontos! Tienen un burro y, en lugar de montarlo, van los dos andando a su lado. Por lo menos, el viejo podría subirse al burro.
Entonces el anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al pasar por el mismo, algunas personas se llenaron de indignación cuando vieron al viejo sobre el burro y al niño caminando al lado. Dijeron:
-¡Parece mentira! ¡Qué desfachatez! El viejo sentado en el burro y pobre niño caminando.
Al salir del pueblo, el anciano y el niño intercambiaron sus puestos.
Siguieron haciendo camino hasta llegar a otra aldea. Cuando las gentes los vieron, exclamaron escandalizados:
-¡Esto es verdaderamente intolerable! ¿Han visto algo semejante? El muchacho montado en el burro y el pobre anciano caminando a su lado.
-¡Qué vergüenza!
Puestas así las cosas, el viejo y el niño compartieron el burro. El fiel jumento llevaba ahora el cuerpo de ambos sobre sus lomos. Cruzaron junto a un grupo de campesinos y éstos comenzaron a vociferar:
-¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tienen corazón? ¡Van a reventar al pobre animal!
El anciano y el niño optaron por cargar al burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al siguiente pueblo. La gente se apiñó alrededor de ellos. Entre las carcajadas, los pueblerinos se mofaban gritando:
-Nunca hemos visto gente tan boba. Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas. ¡Esto sí que es bueno! ¡Qué par de tontos!
De repente, el burro se revolvió, se precipitó en un barranco y murió.
(Cuento hindú)
Llegaron a una aldea caminando junto al asno y, al pasar por ella, un grupo de mozalbetes se río de ellos, gritando:
-¡Mira qué par de tontos! Tienen un burro y, en lugar de montarlo, van los dos andando a su lado. Por lo menos, el viejo podría subirse al burro.
Entonces el anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al pasar por el mismo, algunas personas se llenaron de indignación cuando vieron al viejo sobre el burro y al niño caminando al lado. Dijeron:
-¡Parece mentira! ¡Qué desfachatez! El viejo sentado en el burro y pobre niño caminando.
Al salir del pueblo, el anciano y el niño intercambiaron sus puestos.
Siguieron haciendo camino hasta llegar a otra aldea. Cuando las gentes los vieron, exclamaron escandalizados:
-¡Esto es verdaderamente intolerable! ¿Han visto algo semejante? El muchacho montado en el burro y el pobre anciano caminando a su lado.
-¡Qué vergüenza!
Puestas así las cosas, el viejo y el niño compartieron el burro. El fiel jumento llevaba ahora el cuerpo de ambos sobre sus lomos. Cruzaron junto a un grupo de campesinos y éstos comenzaron a vociferar:
-¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tienen corazón? ¡Van a reventar al pobre animal!
El anciano y el niño optaron por cargar al burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al siguiente pueblo. La gente se apiñó alrededor de ellos. Entre las carcajadas, los pueblerinos se mofaban gritando:
-Nunca hemos visto gente tan boba. Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas. ¡Esto sí que es bueno! ¡Qué par de tontos!
De repente, el burro se revolvió, se precipitó en un barranco y murió.
(Cuento hindú)
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